HIPOTERAPIA Y TERAPIA EQUINA

El caballo adquiere el importante papel de llevarnos a la naturaleza, redescubriendo nuestras raíces. El Vínculo que se crea con esta criatura viva es una forma más participativa que pasiva y la comunicación es tanto física como mental.
El caballo nos situa en una posición más elevada respecto a la tierra proporcionando al jinete un aumento del bienestar y de la autoestima, así como una perspectiva cercana a la de la bipedestación, tan enriquecedora para los pacientes cuyos desplazamientos y su visión está a la altura dela silla de ruedas.


Pero no todos los beneficios se sienten en su lomo.
El ruido de sus pasos transmiten tranquilidad, la suavidad de su morro, el calor de su piel, la visión de la cola y la crin y el olor de la naturaleza que le envuelve, hace que se manifiesten los sentimientos más escondidos.
La principal ventaja de la Rehabilitación Ecuestre frente a otras terapias tradicionales es que estamos hablando de una actividad al aire libre, contando fácilmente con la MOTIVACIÓN del paciente, tan difícil de conseguir en otro tipo de terapias.
La terapia asistida por caballos actúa sobre la globalidad de la persona, aprovechando tanto la capacidad de empatía y de relación del animal, especie doméstica, afectiva y al servicio de la humanidad a lo largo de la historia, como las características físicas y del movimiento de su cuerpo.
El caballo se desplaza rítmicamente en los tres ejes del espacio. Dicho movimiento rítmico ayuda en el tratamiento y rehabilitación de aquellos pacientes con trastorno motor.
Igualmente, la afectividad del caballo , es utilizada para mejorar trastornos de la personalidad, sensitivos, cognitivos…
La hipnoterapia es movimiento, el movimiento es vida.
Pero nuestro amor por los animales y en especial por los caballos nos ha llevado a ir más allá y desarrollar un proyecto fisioterapia para animales, en el que nos encargamos del bienestar de los mismos. El proyecto de Terapia Equina se caracteriza por buscar el desarrollo adecuado de las funciones que producen el sistema musculo-esquelético, donde su buen o mal funcionamiento, repercute directamente en el movimiento corporal del caballo.
La fisioterapia incluye la ejecución de diferentes pruebas exploratorias para realizar un diagnóstico previo al tratamiento, valorando las capacidades funcionales del caballo, determinando la fuerza muscular, la amplitud del movimiento articular, el grado afectación, así como el control de su evolución tras el tratamiento oportuno.
Una buena rehabilitación depende de un buen diagnóstico.